Fuera de la política, la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a la presidencia de México, tiene una relevancia histórica, por todo lo que representa.
Se convierte, no solo en la primera presidenta de México, sino también en la primera mujer en encabezar un poder de esta envergadura en el país.
Rompe con ideologías, cuturas y sistemas radicales que se negaban a darle paso a las mujeres en los cargos y hámbitos importantes de México.
Se pone al frente de una lucha permanente de las mujeres que buscan seguir escalando y ponerse a la par de un sistema, que en muchas regiones, sigue siendo controlado por hombres.
La llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a la Presidencia de México, es motivo de inspiración, no solo para las mujeres, sino también para los hombres que empatizan con la idea de abrir espacios para las mujeres que son hijas, hermanas, madres, tías y abuelas.
Se logra avanzar en la erradicación de ideologías controladoras y conservadoras que limitaban las oportunidades para las mujeres que, hoy, pueden ver qué es posible llegar a cargos importantes y de poder.
Pero, sobre todo, que ven la oportunidad de seguir creciendo y manteniendo sus deseos de superación, desarrollo y profesionalización.
Haciendo realidad los motivos de lucha que miles de mujeres, desde distintas trincheras, han impulsado por muchos años.
Hoy se ve la luz al final de un túnel que aunque parecía largo y complicado, da muestras de que si es posible.
La llegada de Claudia Sheinbaum, no es un logro solo de ella, ni de un partido político o sistema, es el logro de todas las mujeres inconformes, entusiastas, motivadas, idealistas, soñadoras y con ganas de seguir mejorando las condiciones que día a día se diseñan para las familias.
La expectativa es muy grande, pero más grande es el deseo de que las cosas se hagan bien, para que las mujeres sigan avanzando.
Claudia Sheinbaum, tiene la mayor de las responsabilidades en sus manos, no solo como presidenta de México, sino como mujer que representa a millones de mexicanas que viven todos los días en lucha y exigiendo cambios.
No está de más, mencionar la contribución de Andrés Manuel López Obrador, ex presidente de México, que no fue un obstáculo en la inercia histórica de México.